Aunque no conocemos las manos que modelaran la celestial
figura de tan alta Señora, relatan los anales que fue donada en el año de 1552 a la Archicofradía del Santo Rosario, que fundara el primer Arzobispo de Granada Fray Hernando de Talavera (1492) y cuyos primeros hermanos fueron los Reyes Católicos, por los Duques de Gor, ilustres benefactores de dicha Archicofradía.
La misma imagen, que pocos años después según ha defendido siempre la tradición acompañó a Don Álvaro de Bazán en la Batalla de Lepanto, lid que rebaso el frente castellano gracias a la milagrosa intercesión de la Santísima Virgen del Rosario que se venera en la Iglesia de Santo Domingo de Granada, desde entonces aclamada como “La Virgen de Lepanto”.
La misma imagen, que pocos años después según ha defendido siempre la tradición acompañó a Don Álvaro de Bazán en la Batalla de Lepanto, lid que rebaso el frente castellano gracias a la milagrosa intercesión de la Santísima Virgen del Rosario que se venera en la Iglesia de Santo Domingo de Granada, desde entonces aclamada como “La Virgen de Lepanto”.
Muchos han sido los
milagros que ha realizado y realiza este divino simulacro de María Santísima, los cuales hicieron y hacen día a día, que con
más ímpetu aumente la devoción a tan venerada imagen, destacando de entre
todos ellos, el conocido como Milagro de las Lágrimas, prodigio por el cual
el dulce rostro de la Santísima Virgen del Rosario estuvo sudando durante 32 horas. Otro de
los prodigios más fastuosos de la devota
imagen es el conocido como Milagro de
la Estrella del que cuentan los escritos que en época de una gran peste que
asolaba Granada apareció en el entrecejo de la sagrada efigie una luz en forma de estrella que se mantuvo en dicho lugar por el espacio
de 60 días, periodo en que cesó la terrible
epidemia.
Por ello, todo el
pueblo de Granada quiso también postrarse ante Ella, como lo han hecho tantos grandes de nuestra historia, y
la nombró su co-Patrona; y como premio al gran fervor de tan noble pueblo, que
durante tantos siglos ha rendido pleitesía a la Madre de Dios del Rosario, el
Vicario de Cristo en la Tierra San Juan XXIII, tuvo a bien conceder la Coronación Canoníca de
Nuestra Señora en el año de gracia de 1961.
Esto son solo unas pocas pinceladas de la de la historia con
que la devoción y los siglos han querido honrar a una de las más grandes devociones
que tuvo, tiene y tendrán Granada y España.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO!
¡VIVA LA COPATRONA DE GRANADA!
¡VIVA LA PATRONA DEL REALEJO!
¡VIVA LA VENCEDORA DE LEPANTO!
¡VIVA LA CAPITÁN GENERAL DE LA ARMADA!
¡VIVA EL 7 DE OCTUBRE!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!
¡VIVA LA COPATRONA DE GRANADA!
¡VIVA LA PATRONA DEL REALEJO!
¡VIVA LA VENCEDORA DE LEPANTO!
¡VIVA LA CAPITÁN GENERAL DE LA ARMADA!
¡VIVA EL 7 DE OCTUBRE!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!